El tumor de la glándula parótida no es un tumor frecuente ni tampoco es el más agresivo, ya que puede ser curable si se detecta en su fase temprana.
El tumor de glándula parótida no es un tumor que se dé con frecuencia ni es tampoco el más agresivo de los que se puede padecer. De forma general, si es detectado en una fase temprana y se lleva a cabo la intervención necesaria es curable. Este tumor se origina en los conductos salivales, concretamente en la glándula parótida (la más grande), que se encuentra ubicada en la zona de las paperas y es bilateral. Su principal problema es que no ofrece síntomas típicos y durante mucho tiempo puede pasar inadvertido por ser un bulto y no dar más síntomas que una inflamación.
Habitualmente se trata de un tumor benigno, pero en un pequeño porcentaje pueden ser cancerosos, y se debe tener en cuenta que existen varios tipos de tumor maligno en dicha glándula y que tienen comportamientos diferentes. En función del tipo de carcinoma los riesgos son diferentes, ya que algunos de ellos pueden diseminarse y en gran medida puede llegar a provocar problemas durante un largo tiempo. No obstante, lo más frecuente es tener una inflamación y que sea un proceso benigno, si bien se recomienda que una vez se aprecie un bulto en la parótida o cualquier molestia en esa zona o en una zona próxima, se acuda al otorrino para conocer si se trata de una patología tumoral o inflamatoria, pudiendo realizar una biopsia en caso de duda.
Tumor maligno en Glándula Parótida
Una vez se confirme la existencia de un tumor maligno en la glándula parótida, lo habitual es que en enfermedades locales se llev a cabo cirugía para eliminar la parótida, si bien existe el problema de que esta operación puede llegar a afectar al nervio facial, lo que podría provocar una pequeña deformación de la cara.
En aquellos casos que el tumor sea grande, se debe radiar bien para lograr una curación completa, ya que en el caso de no ser eliminado por completo puede extenderse. En ocasiones, por la propia naturaleza del tumor, este llega a reproducirse y puede llegar a convertirse en una enfermedad incurable, si bien detectándose a tiempo y con una operación correcta lo habitual es que la supervivencia sea buena.
Al no tratarse de un tumor frecuente, existe desconocimiento sobre el mismo en comparación con otros tumores malignos más habituales. Las personas más propensas a sufrir cáncer en la glándula parótida son aquellas que están expuestas a radiaciones y a algunas sustancias tóxicas.