A continuación os enumeramos los trastornos de las glándulas salivales más comunes:
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Sialolitiasis: En ocasiones, se producen cálculos muy pequeños de calcio denominados sialolitos o cálculos salivales. Pese a que se desconoce la razón exacta para que se produzcan, en ocasiones están relacionados con la deshidratación, con la reducción de la ingesta de alimentos o con medicamentos para para presión arterial o pisquíátricos. Algunos de estos cálculos se encuentran ubicados dentro de la glándula mientras que en otras ocasiones el cálculo bloquea el conducto de la glándula parótida o de las otras glándulas salivales, de forma parcial o total. Si esto sucede la glándula provoca dolor y se inflama llegando a obstruir el flujo de saliva completa o parcialmente. Además, puede provocar una infección denominada sialadenitis.
- Sialadenitis: Se trata de una infección dolorosa que habitualmente se encuentra causada por estafilococos, estreptococos, Haemophilus influenzae o bacterias anaerobias. Pese a que la sialadenitis afecta principalmente a los anciones con cálculos de las glándulas salivales, también puede afectar a los bebés durante sus primeras semanas de vida. Numerosos factores incrementan el riesgo de que se produzca esta afección, tales como una cirugía reciente, deshidratación, bebes prematuros, desnutrición, trastornos alimenticios, enfermedades crónicas, cáncer o el uso de ciertos medicamentos, tales como antihistamínicos, diuréticos, betabloqueadores, barbitúricos, medicamentos psiquiátricos, etcétera. En el caso de no tratar la sialadenitis de forma adecuada puede llegar a provocar una infección grave, sobretodo en los más pequeños y los ancianos.
- Infecciones virales: En ocasiones, son las infecciones virales las que afectan a las glándulas salivales (entre ellas la glándula parótida), provocando inflamación en la cara y dolor y dificultad a la hora de ingerir alimentos. Habitualmente, se puede padecer de paperas o síntomas similares que pueden estar causados por otras enfermedades como virus ECHO, virus paragripal, virus Coxsackie y citomegalovirus.
- Quistes: Estos pequeños sacos llenos de pus afectan en ocasiones a los bebés, que nacen con quistes en la glándula parótida debido a problemas relacionados con el desarrollo del oído antes del nacimiento. Además, posteriormente pueden llegar a formarse otros quistes en las glándulas salivales mayores y menores a causa de infecciones, tumores o afecciones traumáticas en las glándulas salivales. Uno de los más comunes es el denominado mucocele, un quiste que en su interior cuenta con mucosidad y que habitualmente se encuentra en el interior del labio inferior.
- Tumores benignos: Cerca del 80% de los tumores salivales afectan a la glándula parótida y la mayoría de ellos son benignos (no cancerosos). El tumor benigno más habitual en las glándulas parótidas es el adenoma pleomórfico, que de forma general aparece como una leve inflamación y dolo en la parte posterior de la mandíbula (debajo del lóbulo de las orejas). Más del 95% de los tumores en las glándulas salivales afectan a los adultos y las personas más propensas a padecerlos son aquellas que se encuentran expuestas a la radiación y con el tabaco.
- Tumores malignos: Los cánceres de glándulas salivales afectan principalmente a personas en un rango de edad entre los 50 y 60 años de edad. Pueden ser de grado bajo como tumores avanzados. Sus únicos factores de riesgo son las exposición a la radiación y el síndrome de Sjogren.
Síndrome de Sjogren: Se trata de un trastorno autoinmune crónico en el cual las propias defensas inmunes del organismo atacan a las glándulas salivales, glándulas lagrimales, y de forma ocasional afecta a las glándulas sebáceas y a la transpiración de la piel. En ocasiones, esta enfermedad puede llegar a afectar a la vagina, el páncreas, el hígado, los riñones, los pulmones y el cerebro. La mayoría de las personas afectadas por esta enfermedad son mujeres que desarrollan los síntomas durante la mediana edad. En la mitad de los casos, la enfermedad se produce junto a la artritis reumatoide, el lupus eritematoso sistémico (lupus), la esclerodermia o la polimiositis.
- Sialadenosis: En algunas ocasiones, las las glándulas salivales se agrandan y no presentan síntomas de infección, inflamación o tumor. Esta inflamación se denomina sialadenosis y en la mayoría de los casos afecta a las glándulas parótidas. Su causa es desconocida y puede desarrollarse en personas obesas, embarazadas, mujeres que están amamantando y en personas que padecen desnutrición, cirrosis, insuficiencia renal, problemas tiroideos, trastornos alimenticios y otras enfermedades.