En la boca se encuentran numerosas glándulas salivales. Muchas de ellas son de tamaño muy pequeño, si bien existen tres pares de glándulas salivales mayores que se sitúan debajo de cada oreja. La más grande de ellas son las glándulas parótidas.
Una glándula parótida hinchada en un niño indica generalmente paperas. Hace décadas, la parotiditis era una afección muy común pero tras la vacuna de la MMR se ha reducido considerablemente la posibilidad de que sea contraída.
Causas de la glándula parótida hinchada
- Paperas: Son más comunes en los niños, si bien también puede producirse en adultos. Las paperas afectan tanto a niños de países subdesarrollados como en países desarrollados. Una infección viral causa las paperas y provoca una inflamación en las glándulas parótidas y en los tejidos circundantes epiteliales. Si no es tratada a tiempo, puede afectar considerablemente a la salud del niño, pudiendo llegar a producir sordera parcial o completa. Son contagiosas.
- Infección bacteriana: Una mala higiene oral puede llegar a incrementar el número de bacterias en la boca. Las personas que están enfermas de gravedad o están deshidratadas tienen una mala higiene oral. Las glándulas parótidas pueden inflamarse debido a la infección bacteriana.
- Formación de piedras: En ocasiones se forman piedras en los conductos parotídeos que llevan la saliva de la glándula a la boca, lo que origina el crecimiento bacteriano. La obstrucción de el conducto puede producir la inflamación. Esto se observa en adultos.
- Formación de un tumor: El desarrollo de un tumor puede llegar a obstruir el flujo de la saliva de la glándula parótida. Este tumor puede ejercer presión en el conducto parotídeo, lo que puede originar una inflamación. Cuando un adulto tiene un hinchazón alrededor de una glándula parótida es más probable que sea debido a un tumor, el cual puede ser benigno o maligno.
- Enfermedades y trastornos: Enfermedades como el VIH/SIDA o el síndrome de Sjögren pueden provocar la inflamación de las glándulas parótidas, ya que el sistema inmunológico del cuerpo invade las glándulas. Enfermedades y trastornos como la artritis reumatoide, sacoidosis, la diabetes o incluso la ingesta excesiva de alcohol pueden provocar inflamación en dichas glándulas.
- Conductos anormales: El estrechamiento de los conductos puede obstruir la saliva y esto provocará una inflamación de la glándula. La ampliación de los ganglios linfáticos por infección o tumores también pueden ocasionar inflamación en las mismas.
Síntomas de la glándula parótida hinchada
En función de la causa los síntomas serán unos u otros. La infección, ya sea bacteriana o viral, y la obstrucción del conducto de la saliva son las principales causas de la inflamación de una glándula parótida.
A continuación os indicamos los síntomas:
- Dolor constante en los oídos
- Hinchazón debajo de las orejas, ya sea en un lado de la cara o en ambos.
- Dolor al comer en el oído
- Alteración del gusto que produce una sensación desagradable.
- Dificultad para abrir la boca.
- Dolor facial.
- Nauseas.
- Pérdida de apetito.
- Dolor en los músculos.
- Dolor en la garganta.
- Inflamación del suelo de la boca y en la parte inferior de la mandíbula.
- Inflamación sobre el cuello y el lateral de la cara.
- Dificultar para tragar
- Dolor en la glándula afectada.
- Sequedad ocular.
- Testículos hinchados.
- Pérdida de ángulo en la mandíbula.
- Paralisis total o parcial de los movimientos del lado de la cara afectado.
Cabe recordar que las infecciones y tumores en las glándulas parótidas necesitan atención inmediata por parte de un especialista. Las infecciones graves en una glándula salival pueden extenderse hacia el cerebro o hacia la columna vertebral y esto puede ocasionar graves problemas de salud como daño cerebral, esterilidad, etcétera.
Si cree que puede tener las glándulas parótidas hinchadas acuda inmediatamente a su médico.